Qué no comer si estás embarazada

La dieta que las mujeres tienen que seguir a lo largo del embarazo debe caracterizarse por ser equilibrada y saludable, estando compuesta por productos de cada grupo de alimentos.

Es decir, debe incluir verduras y hortalizas, leche y sus derivados, legumbres secas, patatas, carnes, frutas, huevos, pescados, pastas, cereales y azúcar.

Sin embargo, al estar embarazada, debes saber que existen ciertos alimentos que no deberías incluir en tu alimentación, al menos no en grandes porciones, a fin de garantizar el bienestar tanto del bebé como el tuyo.

Alimentos que no conviene que consumas al estar embarazada

Durante el embarazo es preciso tomar diversas precauciones en cuanto a la alimentación, ya que existen alimentos que no resultan nada aconsejables, debido a que podrían provocar molestias digestivas, o incluso peor, patologías peligrosas para los fetos.

Es precisamente por esa razón que a continuación, te hablamos sobre esos alimentos que están prohibidos a lo largo del embarazo:

Leche cruda

La leche cruda consiste en la leche de vaca, cabra, oveja o algún otro animal, la cual no ha pasado por el proceso de pasteurización que permite eliminar las bacterias dañinas.

Y es que la leche cruda podría contener bacterias peligrosas para la salud, por ejemplo, Salmonella, Listeria, E. coli, Campylobacter y algunas otras que terminan provocando enfermedades alimentarias.

Además de estar en la leche cruda, estas bacterias también podrían estar en productos derivados; y no basta con hervir la leche cruda para poder eliminarlas, ya que el único modo de lograr que sea segura consiste en optar por leche pasteurizada.

Lácteos sin pasteurizar

Como ya mencionamos, los lácteos sin pasteurizar pueden contener la bacteria conocida como listeria.

Esa es la razón por la cual conviene que te cerciores de optar solo por productos lácteos cuyo etiquetado indique que han sido pasteurizados, y/o fabricados a partir de leche pasteurizada.

Cabe mencionar que los productos lácteos sin pasteurizar abarcan la mayoría de los derivados de la leche, incluyendo, por ejemplo, quesos blandos, yogures, yogurt congelado, helado y cremas.

Quesos blandos no pasteurizados

Del mismo modo que con los productos lácteos sin pasteurizar, durante el embarazo tienes que tener especial precaución con algunas clases de quesos a causa del riesgo de listeriosis que contienen.

En este sentido, destacan especialmente los quesos blandos y/o estilo mexicano, por ejemplo, el queso feta, brie, queso panela, queso blanco, camembert y queso fresco.

Queso roquefort

El queso roquefort, también conocido como queso azul, el cual forma parte del grupo compuesto por los quesos blandos y que presenta estrías, debería quedar fuera de tu dieta si estás embarazada, ya que supone un riesgo de contaminación con bacterias.

Pero es apropiado decir que entre los quesos que sí puedes comer a lo largo del embarazo están los quesos duros (cheddar), quesos extraduros (parmesano) y también los quesos semiblandos (mozzarella).

Asimismo, el queso untable (por ejemplo, el queso crema), el queso rebanado pasteurizado e incluso el requesón, resultan igualmente aptos para consumir en el embarazo.

Pescados ahumados o crudos

El pescado crudo, al igual que aquellos alimentos que se elaboran con pescado o mariscos crudos y/o ahumados, poseen un mayor riesgo de contener bacterias y parásitos en comparación con los alimentos que se preparan a partir de pescados cocidos.

En este caso, algunos ejemplos podrían ser el salmón ahumado, sushi (preparado con pescado crudo que no se encuentre congelado correctamente a -20°), carpaccio de pescado, ceviche de pescado o tartar de pescado.

Marisco crudos

Debido al riesgo de anisakis, si estás embarazada, es importante que evites el consumo de mariscos crudos y/o que no se encuentren cocidos adecuadamente, incluyendo, por ejemplo, almejas, gambas, mejillones, ostiones, ostras y langostinos.

Asimismo, no es aconsejable que comas las cabezas de las gambas, ya que las mismas cuentan con un elevado porcentaje de cadmio, que consiste en un metal que puede llegar a causar disfunción renal.

Atún rojo y ciertos pescados grandes

A pesar de que la ingesta de pescado a lo largo del proceso de gestación resulta beneficiosa a causa de su aporte de proteínas y nutrientes, entre los que se incluyen los ácidos grasos Omega 3 y también Omega 6.

Lo cierto es que existen algunas clases de pescado que lo mejor será que evites mientras te encuentras en dicha etapa, ya que poseen elevados niveles de mercurio.

En este sentido, los pescados grandes que tienen considerables aportes de mercurio y cuyo consumo debes evitar, consisten en el atún rojo, el pez espada, King Mackerel (caballa), lucio y el tiburón.

Carnes crudas o poco cocidas

También tienes que evitar la ingesta de carnes crudas y/o poco cocidas, incluyendo la carne de vaca, de pollo, de cerdo o de cualquier otro animal si no está correctamente preparada o si suele ser consumida cruda de forma directa, por ejemplo, carpaccios.

Otros alimentos

Además de los anteriores, otros alimentos que no conviene que comas durante el embarazo, son los siguientes:

  • Embutidos (salami, chorizo, mortadela, salchichón, fuet, etc.) puesto que podrían contaminarse con listeria a lo largo de su proceso de elaboración.
  • Huevos crudos o poco cocidos (tanto solo como en preparaciones donde no se cocinen posteriormente: mayonesas caseras, salsa holandesa, tiramisú, mousses, merengues), porque suponen un considerable riesgo de salmonelosis.
  • Brotes germinados crudos (rábano, alfalfa, soja, etc.), ya que pese a sus beneficiosos sobre la salud, en el embarazo podrían no ser apropiados, dado que podrían estar contaminados con ciertas bacterias (Salmonella y E. Colli).

Si estás embarazada, y quieres asegurarte de garantizar tu bienestar y el de tu bebé, entonces no dudes en evitar el consumo de estos alimentos.

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